viernes, 4 de mayo de 2012

EL CUENTO COMO TERAPIA

“CRECE COMO PERSONA”



Hoy, además de poder encontrar un recurso valioso para poder educar a los niños a través de cuentos populares, encontramos un recurso enriquecedor para cada ser individual, niño, joven, adulto o anciano, que nos hará ver la literatura infantil con otros ojos.
Gracias a este libro podemos valorar cómo los cuentos tienen un contenido profundo que nos enfrenta con conflictos básicos del hombre además de contener una serie de valores culturales que nos ayuda a crecer personalmente, a ser más nosotros mismos.
El crecimiento personal se explica como algo que no acaba nunca el cual se tiene que explotar al máximo sin que nos asuste el cambio, sin estancarnos, aspirando siempre a más. Para conseguirlo todas las ayudas, como lo son los cuentos, son convenientes.
A través de ocho cuentos de Andersen se trabajan los  aspectos de nosotros mismos, de nuestra forma de ser, pensar, actuar y sentir. Así, nos damos cuenta de que el hombre, lo que es el ser humano, aparece reflejado en ellos.
Al analizar estos cuentos nos damos cuenta de que el hombre es un ser en constante crecimiento cuyo objetivo final es alcanzar la felicidad. Para conseguirla es necesario disponer de unos requisitos básicos.
Es necesario ser siempre uno mismo, no intentar engañarse, pues a pesar de ser un ser social no debemos forjar las expectativas que se crean de nosotros sino que, como ser individual, debemos construir nuestro propio destino. Además, a pesar del miedo a lo desconocido, debemos aspirar a más, no quedarse anclados, renovarse, pues aunque algunas veces avancemos y otras retrocedamos en este camino, nuestra vida, es importante fracasar y aprender de nuestros errores, pero fracasar por nosotros mismos, pues es ahí cuando realmente crecemos, cuando lo intentamos. Por último debemos expresar nuestros sentimientos y necesidades en todo momento pues así haremos más llevadero el viaje hacia la felicidad, apoyando una mano cuando lo necesitemos y ofreciendo la nuestra cuando se requiera.
No olvidemos que toda la vida es un cuento y que todos nosotros somos protagonistas del nuestro. En nosotros está que tenga un buen final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario