domingo, 29 de abril de 2012

TÉCNICA DE LA TORTUGA

VAYA RABIETA


Roberto ha tenido un mal día y llega a casa de mal humor. Además para cenar hay espinacas, así que el niño termina en su habitación sin postre para que se calme un poco. Allí, Roberto conoce a Cosa (la ira), algo terrible que le sale de dentro que empieza a romperlo todo ¡si no la para a tiempo...!

A los niños les resulta difícil comprender y ser capaces de controlar sus emociones. Gracias a este cuento podemos comprender la importancia que tiene desarrollar desde pequeños una inteligencia emocional en el individuo permitiendo que éstos sepan reconocerlas lo que desencadenará un adecuado autocontrol. Sólo cuando el niño conoce y pone nombre a la emoción está en disposición de controlarla.
Las explosiones emocionales son normales pero la clave está en proporcionar al niño una serie de herramientas que permitan saber expresar las emociones de modo que no hagan daño a uno mismo ni a los demás.
¿Qué se puede hacer con los niños que fracasan por falta de habilidades para eliminar su frustración y sus rabietas?

Técnica de  la de la Tortuga.

Técnica basada en el “auto-control” y no en el control externo de la conducta disruptiva. Se puede enseñar al niño a controlar sus propias conductas disruptivas en lugar de que externamente se le controle. Se cree que el autocontrol es preferible al control externo porque:

1.     Es más fácil de enseñar y administrar
2.    Tiene más efectos a largo plazo
3.    Es una habilidad que se precisa para vivir en nuestra sociedad
4.    El niño está aprendiendo a coger responsabilidades por sí mismo y a ser independiente.
5.    Se le enseña a expresar y ejecutar sus necesidades de una forma apropiada.

Esta técnica utiliza la analogía de la tortuga, la cual como bien se sabe, se repliega dentro de su concha cuando se siente amenazada.
De la misma manera, se enseña al niño a replegarse dentro del caparazón imaginario cuando se sienta amenazado, al no poder controlar sus impulsos y emociones ante estímulos ambientales, etc.

En la práctica:
Se enseña al niño a responder ante la palabra clave “tortuga”, encogiéndose, cerrando su cuerpo, metiendo la cabeza entre sus brazos.
  Después de que el niño ha aprendido a responder a la tortuga, se lo enseña a relajar sus músculos mientras hace la tortuga. La relajación es incompatible con la elevación de la tensión de los músculos necesaria para mostrar una conducta disruptiva/agresiva y, por tanto, decrece la probabilidad de la ocurrencia de esta conducta.
Se enseña a utilizar las técnicas de solución de problemas para evaluar las distintas alternativas para manejar la situación que le ha llevado a hacer la tortuga. Esta tercera parte de la secuencia TORTUGA-RELAJACION- SOLUCION DE PROBLEMAS se puede enseñar de distintas formas, en un grupo de discusión, contando una historia, modelando, haciendo role-playing y con refuerzo directo, etc. Se instruye a los niños en cada paso de la técnica hasta que tengan el dominio de la misma y entonces se puede pasar a la etapa siguiente. De esta manera, paso por paso, queda asegurado que todos los niños han aprendido el procedimiento.

La técnica de la Tortuga puede ayudar a los niños a aprender a expresar sus sentimientos. Cuando un niño impulsivo da golpes sin mirar a quién, puede estar expresando una emoción legítima pero de una forma inadecuada y las consecuencias que se derivan de su acción pueden ser negativas para él y/o para los otros. Con la técnica de la Tortuga se enseña al niño a canalizar la expresión de sus emociones de una manera apropiada. En esencia se trata de enseñar la distinción entre aserción y agresión.

El dominio de la técnica de autocontrol puede también alentar la autoestima o amor propio de los niños por diversas razones:

1. Son ellos quienes están aprendiendo a controlar sus propias conductas sin tener un agente externo que lo haga.
2. No se perciben por más tiempo como “malos” y reciben feedback positivo del profesor.
3. Tienen sentimientos más adultos porque están usando solución de problemas, en vez de dar rienda suelta a sus impulsos.



 

jueves, 26 de abril de 2012

EDUCACIÓN INCLUSIVA

POR CUATRO ESQUINITAS DE NADA



La diversidad es concebida hoy como una necesidad real, como una nueva realidad. Cada individuo tiene rasgos propios tanto físicos como cognitivos.
El concepto de inclusión trata de hacer que todos los niños sean incluidos en la vida social y educativa de las escuelas.
Según Arnaiz (2003), define la educación inclusiva como un proceso mediante el cual se modifica el ambiente escolar para satisfacer las diferentes necesidades educativas de los estudiantes.
Esta concepción, construida sobre los cimientos de los Derechos Humanos, señala el derecho a la educación de todas las personas siendo éstas iguales, por lo que  deben ser respetadas y valoradas de forma en que la igualdad esté siempre presente.
Según Carmen Ortiz, “escuela para todos” implica: “La inclusión que propugnamos va más allá de lo especial y va más allá de la integración escolar, porque no implica una segregación sino una acogida incondicional a cualquier alumno en cualquiera de las situaciones más o menos especiales en que pueda encontrarse (…). La escuela hace agua si no se abre a la colaboración con los padres, con las instituciones y con la comunidad, puesto que precisa de una comprometida colaboración a lo largo de todo el proceso vital (…). Es importante abrir la escuela a la comunidad y coordinarse con los ámbitos familiar, escolar, laboral y social (…). La educación inclusiva trata de acoger a todo el mundo, comprometiéndose a hacer cualquier cosa que sea necesaria para proporcionar a cada estudiante de la comunidad –y a cada ciudadano de la democracia- el derecho inalienable de pertenencia a un grupo, a no ser excluido. (C. Ortiz, Hacia una educación inclusiva, pp.6-7).
Como psicopedagogos debemos concienciar a los propios docentes de la necesidad de reforma del sistema educativo donde las necesidades del niño sean cubiertas y se responda a sus características, ritmos y estilos de aprendizaje propios dentro del propio aula.
Además, hay que enseñar que la inclusión y la diversidad es un aspecto enriquecedor, pues debemos aceptar que todos somos diferentes y que esto beneficia a la sociedad, pues así tenemos la posibilidad de aprender unos de otros. Por ello, debemos potenciar el trabajo cooperativo evitando futuros conflictos sociales.
Como John Dewey dijo en 1900, la verdadera educación es aquella que se “compromete a que cada niño y cada niña desarrolle al máximo sus capacidades” y no a que todos logren exactamente las mismas metas.
Cuando a un niño no se le da la educación que necesita, no sólo estamos cerrando su futuro sino la felicidad en su vida.

lunes, 23 de abril de 2012

ORIENTACIÓN VOCACIONAL

HISTORIA DE UNA LATA


Las personas somos como una lata de hojalata, nacemos y, al igual que ella, comenzamos nuestra historia.
Cada individuo, a diferencia de la lata que nace con una función específica, puede elegir la función que quiere desempeñar en su vida. Aquí, es donde interviene el psicopedagogo a través de la orientación profesional y académica, orientación vocacional.
Con cada situación o función, experimentamos unos sentimientos determinados que cambiarán conforme el contexto vaya influyendo en nosotros. Alegría, felicidad, ilusión, pero esas emociones un día pueden cambiar y sentir tristeza e incluso vacío. La primera función del psicopedagogo es ayudar a la persona a identificar esos sentimientos que predominan según la actividad que realice para que comprenda qué es lo que realmente desea.
Cuando los sentimientos negativos inundan a la persona lo más importante es seguir manteniendo una llama de ilusión y optimismo por conocer la nueva función que nos tocará desempeñar y que nos haga otra vez sentir alegría y felicidad. Esa nueva función hará que nazca en nuestro interior algo  positivo otra vez.
Lo importante en cada situación es saber reconocer las emociones que ésta nos causa, saber transmitirlas y no tener miedo al cambio.
Como psicopedagogos que somos, tenemos que educar tanto a niños como padres y tutores en la importancia de expresar y detectar las emociones, de educar en una inteligencia emocional y vivir de acuerdo con ellos mismos. El cambio, el reciclaje, nos puede hacer realmente felices y aporta diferentes perspectivas desde donde mirar la vida.

sábado, 21 de abril de 2012

DESARROLLO EVOLUTIVO DEL MIEDO

Huákala a los Miedos

Este cuento motiva a los niños a expresar sus miedos, compartirlos con los demás para combatirlos conjuntamente y buscar estrategias con las que solucionar sus miedos.
Cuando el miedo a la oscuridad llena mis sombras con terribles monstruos…
Huákala a los Miedos a los miedos grito y mi conjuro espanta a los monstruos terribles.
Cuando el frío de media noche congela mi mente con pavorosos sonidos…
Huákala a los Miedos a los ruidos grito y mi conjuro congela los horripilantes ruidos.
Cuando un temor desconocido cultiva en mi interior horrendos paisajes…
Huákala a los Miedos a lo horrendo grito y mi conjura borra los paisajes horrendos.
Cuando la luna bruja ilumina mi casa con fantasmales luces…
Huákala a los Miedos a la luna grito y mi conjuro apaga las luces fantasmales.
Cuando una ronca voz siniestra invade mi lenguaje con tétricas palabras…
Huákala a los Miedos a las palabras grito y mi conjuro expulsa las palabras tétricas.
Pero si alguna vez mi conjuro mágico no me espanta algún miedo, busco a mi mejor amigo y se lo cuento.
¿Y saben qué hace él? Se acerca, me abraza y me dice e n secreto: ¡Huákala! ¡a partir! Y su conjuro espanta los miedos míos que no se quieren ir.
……………………………………………………………….
EL DESARROLLO EVOLUTIVO DEL MIEDO

Es importante, como psicopedagogos y docentes, conocer el desarrollo evolutivo del miedo para llevar a cabo una prevención diferenciada según la etapa evolutiva en la que se encuentre la muestra y saber los posibles problemas a los que nos enfrentamos. Además esté conocimiento sería positivo que los propios padres lo manejaran para hacerles ver que el miedo es algo que forma parte de la vida de sus hijos y que no hay por qué alarmarse excepto si no se corresponden con esta evolución.

a) Primera infanciaHacia los seis meses de vida, los bebés, empiezan a experimentar miedos a las alturas, a los extraños y otros. Estos tres tipos de miedo se consideran programados genéticamente y de un alto valor adaptativo. De hecho su presencia indica un cierto grado de madurez en el bebé.
A esta edad también surge la ansiedad de separación de la figura de apego.

Entre el año y los dos años y medio se intensifica el miedo a la separación de los padres a la que se le suma el temor hacia los extraños. Este miedo puede perdurar, en algunos casos, hasta la adolescencia y la edad adulta, tomando la forma de timidez. Lo habitual es que vayan desapareciendo progresivamente a medida que el niño crece.
Es en esta etapa, cuando empiezan también a surgir los primeros miedos relacionados con pequeños animales y ruidos fuertes como pueden ser los de una tormenta.

b) Etapa preescolar (2,5-6 años)Se inicia una evolución de los miedos infantiles. Se mantienen los de la etapa anterior (extraños, ruidos, etc.) pero van incrementándose los posibles estímulos potencialmente capaces de generar miedo. Ello va en paralelo al desarrollo cognitivo del niño. Ahora pueden entrar en escena los estímulos imaginarios, los monstruos, la oscuridad, los fantasmas, o algún personaje del cine. La mayoría de los miedos a los animales empiezan a desarrollarse en esta etapa y pueden perdurar hasta la edad adulta.
c) 6 a 11 añosEl niño alcanza la capacidad de diferenciar las representaciones internas de la realidad objetiva. Los miedos serán ahora más realistas y específicos, desapareciendo los temores a seres imaginarios o del mundo fantástico.
Toma el relevo como temores más significativos el daño físico (accidentes) o los médicos (heridas, sangre, inyecciones).
Puede también presentarse, dependiendo de las circunstancias, temor hacia el fracaso escolar, temores a la crítica y miedos diversos en la relación con sus iguales (miedo hacia algún compañero en especial que puede mostrarse amenazador o agresivo).
El miedo a la separación o divorcio de los padres estaría ahora presente en aquellos casos en el que el niño perciba un ambiente hostil o inestable entre los progenitores.
d)PreadolescenciaSe reducen significativamente los miedos a animales y a estímulos concretos para ir dando paso a preocupaciones derivadas de la crítica, el fracaso, el rechazo por parte de sus iguales (compañeros de clase), o a amenazas por parte de otros niños de su edad y que ahora son valoradas con mayor preocupación.

Suelen también aparecer los miedos derivados del cambio de la propia imagen que al final de esta etapa empiezan a surgir.
e)AdolescenciaSe siguen manteniendo los temores de la etapa anterior pero surgen con mayor fuerza los relacionados con las relaciones interpersonales, el rendimiento personal, los logros académicos, deportivos, de reconocimiento por parte de los otros, etc.
Decaen los temores relacionados con el peligro, la muerte. La adolescencia es una etapa de “ruptura” con la barrera protectora familiar y la necesidad de búsqueda de la propia identidad. Es posible que el joven sienta la necesidad de probarse ante situaciones de riego potenciales como medio de autoafirmarse ante sus iguales y demostrar que ha dejado atrás ciertas etapas infantiles.

miércoles, 18 de abril de 2012

CUANDO NO CONSEGUIMOS NUESTROS PROPÓSITOS

ASÍ ES LA VIDA



(Ana-Luisa Ramírez, Carmen Ramírez)
En la vida, hay veces que deseamos cosas... y las conseguimos. Pero también hay veces que, por mas que persigamos algo con todas nuestras fuerzas o incluso lo necesitemos muchísimo, no hay forma de conseguirlo. A veces deseamos darnos un fabuloso baño jugando con el agua bajo el sol del verano y ...¡lo conseguimos! Pero otras veces -precisamente cuando más nos gustaría hacerlo-, pillamos un molesto resfriado que nos obliga a cambiar de planes. Así es la vida. A veces, deseamos que nos hagan el regalo que más ilusión nos hace y...¡lo conseguimos! Pero otras veces, cuando más convencidos estamos de que lo que vamos a recibir, nos regalan justo lo que menos nos podía ilusionar, o ni siquiera eso: nada. Así es la vida. A veces deseamos ser la mar de guapos, de listos, de divertidos y agradables con la gente y ... ¡lo conseguimos! Pero otras veces tenemos el día tonto y nos sentimos torpes, horribles, estamos de mal humor, nos ponemos desagradables o metemos la pata. Así es la vida. A veces deseamos que alguien nos quiera mucho mucho, que nos cuide, que nos mime y ... ¡lo conseguimos! Pero otras veces, precisamente cuando más estamos necesitándolo, no aparece nadie y nos sentimos muy muy solos. Así es la vida.  A veces deseamos ver recompensado ese gran esfuerzo que hemos hecho y... ¡lo conseguimos! Pero otras veces, en el último momento de nuestro largo esfuerzo, ocurre algo inesperado y ya nada sale como queríamos. Así es la vida. A veces desearíamos que lo más agradable y hermoso que nos está ocurriendo, no se terminara jamás. Pero todo -lo mejor, lo peor y lo regular-, un día se acaba y las cosas cambian. Así es la vida. Siempre deseamos que las personas a las que queremos no desaparezcan nunca. Pero siempre ocurre que, tarde o temprano, todos dejamos esta vida. Algunos desaparecen cuando ya son muy viejitos, otros cuando aún son jóvenes e incluso otros, cuando todavía son niños. Así es la vida. (Y la muerte).Pero si un molesto resfriado no te permite el baño, quizá sea el momento de descubrir lo bien que sabes pintar. Y si te han hecho el regalo más espantoso e inútil del mundo, quizá consigas poner a prueba tu ingenio y convertir en útiles los trastos más inservibles. Y si un día te sientes torpe, horrible, de mal humor, desagradable y metepatas, quizá estés en la situación ideal para quedarte un ratito a solas y aprender a hablar contigo. Y si, cuando más estás necesitando los mimos y cuidados de esa persona, resulta que no aparece, quizá puedas escribirle la mejor carta de tu vida. Y si después de un enorme esfuerzo ocurre lo inesperado; si aquello tan agradable y hermoso sale mal o se termina y todo cambia, quizá en el cambio te encuentres con cosas nuevas, diferentes, pero igualmente agradables, hermosas y además por estrenar. Y si te ocurre que una persona a la que quieres muere, quizá necesites llorar, sentir dolor, tristeza y hasta una rabia feroz; pero después, tal vez encuentres el más amable lugar donde colocar a esa persona en tu memoria. Y, seguramente, desde ese lugar te acompañará siempre. Cuando aun poniendo nuestras mejores intenciones, las cosas no salen como deseamos, quizá tengamos que pegarle una patada de rabia, dolor o tristeza a la vida y dejarla como un puzzle desmontado. Seguro que después encontramos otra forma de montarlo. Así es la vida y...¡NO NOS LA PODEMOS PERDER!
………………………………………………………………………………………………………………………………………………
Seguramente cuando las cosas no salen como queremos que salgan podemos descubrir otras nuevas, cuando pensamos que todo está perdido o ganado la vida de un giro inesperado que nos sitúe en un nuevo camino. Pero todos esos senderos tienen aspectos positivos y cosas nuevas maravillosas por descubrir, simplemente necesitamos vivir, vivir y afrontar lo que nos vamos encontrando, así, entretejiendo nuestra historia.
Esta vez, no me gustaría reflexionar a mí sino que lo hagáis vosotros:
¿Crees que podemos conseguir siempre lo que nos proponemos?
¿Qué sentimientos son los que afloran cuando no conseguimos lo que queremos?
¿Somos capaces de cambiar lo que nos sucede, buscamos alternativas?
¿Qué actitud es más favorable mostrar para afrontar los cambios?
¿Nos sentimos todos los días de la misma manera?
¿Qué sentimientos predominan en tu día a día?
¿Crees que esos sentimientos predominantes te hacen avanzar?
¿Cuál es tu objetivo en la vida? El mío ser feliz, por eso voy con los ojos bien abiertos para no perderme nada de esta vida que, si tú quieres,  puede ser maravillosa y entrañar sorpresas que nunca habías imaginado. Sólo tienes que querer montar las piezas cada día desde un ángulo distinto.

martes, 17 de abril de 2012

EL DIÁLOGO

CERCA


La sociedad se mueve a cámara rápida y las personas, para no ser menos, también.
Nos levantamos, día tras día, y comienza así la carrera diaria de nuestra vida. Parece ser que es una carrera en la que el más lento es el que pierde, por lo que apreciar los pequeños detalles nos hace perdedores.
Cada cual mira por sus intereses sin fijarse en la ayuda que, quizás, pueda necesitar su compañero. Lo importarte es que gane yo.
El diálogo es algo olvidado, pues se pierde demasiado tiempo profundizando en conocer verdaderamente a las personas que nos rodean.
¿Realmente estamos en esta vida para correr?
Disfruta de las pequeñas cosas que te brinda la vida y detente para observar bien los detalles, pues éstos, pueden cambiar completamente el sentido de tu vida.
Observa constantemente a tu alrededor, pues hay mucha gente que se encuentra cerca de ti y necesita tu ayuda.
Aprovecha el tiempo dialogando, pues cada persona de este mundo tiene algo que aportar.
Si fomentamos desde pequeños la comunicación, el diálogo y las habilidades sociales, como algo positivo, evitaremos una situación como la del cuento.

lunes, 16 de abril de 2012

HABLAMOS DE MIEDO

CUANDO ANA TIENE MIEDO



Los miedos infantiles están presentes en la vida de los niños y como tal deben suponer un valor adaptativo para la especie, como por ejemplo evitar situaciones de peligro. El problema llega cuando este miedo no atiende a un peligro real alterando situaciones del día a día como ir a dormir, estar sólo…
Los miedos al igual que están presentes de forma natural, en las personas, éstos deben ir desapareciendo poco a poco. Pero, en otras ocasiones, los miedos no son fáciles de superar derivando incluso en ansiedad o fobia.
Este cuento es un agente motivador para invitar a los niños a que expresen sin pudor sus miedos y a que sean capaces, bien de manera individual o con ayuda de los padres, amigos, tutores u orientadores, de buscar las posibles estrategias para solucionarlos.
Somos orientadores:
Ante el miedo concreto de un niño deberemos mostrarnos con tranquilidad y naturalidad haciéndole ver que no es algo grave.
El niño tiene que sentirse cómodo y saber que con nosotros puede sentirse seguro y puede contar sus miedos sin temor a que se sienta avergonzado.
Mediante la utilización de diferentes instrumentos como los cuentos, películas, imágenes, etc., y dinámicas con las que trabajar el miedo concreto, a través del juego el niño será capaz de ir superando aquellas situaciones a las que teme.
Importante a tener en cuenta es que el miedo no desaparece de un día para otro, ni nos podemos enfrentar a él sin estar realmente concienciados, sino que debemos ir enfrentándonos a éste de forma gradual.
EXPRESAR TUS MIEDOS ES EMPEZAR A SUPERARLOS

sábado, 14 de abril de 2012

AUTONOMÍA Y SOBREPROTECCIÓN

ENTRE ALGODONES





Este cuento sirve de instrumento para trabajar tanto con los niños que dependen en todo momento de sus padres y sienten miedo a aventurarse, a hacer las cosas de forma autónoma, como para trabajar con los padres sobreprotectores que impiden el desarrollo de su hijo.
Uno de los principales objetivos que tiene la orientación es conseguir que todo individuo se valga por sí mismo, que sea autónomo.
La vida está llena de cosas buenas y malas, agradables y desagradables, de momentos felices y no tan felices. Pasar la vida “entre algodones” es no saborear la vida, es no probar las cosas tanto dulces como amargas.
Cortar las alas a un niño es no dejarle despegar, no desarrollar sus potencialidades ni su capacidad de adaptación.
A todos esos padres que están impidiendo el desarrollo de sus hijos debemos hacerles comprender que el papel que juegan es el de guías y por lo tanto deben acompañarles en su viaje para marcarles el buen camino o para levantarles cuando lo necesiten. Hacerles autónomos es hacerles valiosos.
¡A veces tienes miedo y te haces daño pero desde luego merece la pena!

miércoles, 11 de abril de 2012

LA FAMILIA

“Las arrugas” Pedro Pablo Sacristán




Era un día soleado de otoño la primera vez que Bárbara se fijó en que el abuelo tenía muchísimas arrugas, no sólo en la cara, sino por todas partes.
- Abuelo, deberías darte la crema de mamá para las arrugas.
El abuelo sonrió, y un montón de arrugas aparecieron en su cara.
-¿Lo ves? Tienes demasiadas arrugas
- Ya lo sé Bárbara. Es que soy un poco viejo... Pero no quiero perder ni una sola de mis arrugas. Debajo de cada una guardo el recuerdo de algo que aprendí.
Bárbara se le abrieron los ojos como si hubiera descubierto un tesoro, y así los mantuvo mientras el abuelo le enseñaba la arruga en la que guardaba el día que aprendió que era mejor perdonar que guardar rencor, o aquella otra que decía que escuchar era mejor que hablar, esa otra enorme que mostraba que es más importante dar que recibir o una muy escondida que decía que no había nada mejor que pasar el tiempo con los niños...
Desde aquel día, a Bárbara su abuelo le parecía cada día más guapo, y con cada arruga que aparecía en su rostro, la niña acudía corriendo para ver qué nueva lección había aprendido. Hasta que en una de aquellas charlas, fue su abuelo quien descubrió una pequeña arruga en el cuello de la niña:
- ¿Y tú? ¿Qué lección guardas ahí?
Bárbara se quedó pensando un momento. Luego sonrió y dijo
- Que no importa lo viejito que llegues a ser abuelo, porque.... ¡te quiero!

..................................................................................................

Me gustaría, hoy, acordarnos del colectivo que ha sido nuestro pasado, que conforma nuestras raíces y que muchas veces son olvidados, los abuelos.
Hoy día, parece que los abuelos estorban y que no sirven para nada, pero, ¿nos hemos preguntado alguna vez cómo se sienten realmente ellos al ver como cada día su autonomía se ve más reducida y qué hacen para afrontar esa problemática?
Al preguntarnos esa cuestión, mi grupo de trabajo y yo, decidimos realizar una entrevista a dos personas, realmente entrañables.
Gracias a ese trabajo, te das cuenta de que cada persona tiene una vida llena de energía que, aún en edades más longevas, sigue brotando aunque de diferentes maneras.
La vida te hace crecer y aprender cada día más, si cada uno de nosotros nos vamos a la cama cada día a día sabiendo algo nuevo, imaginaros la cantidad de sabiduría que contiene cada una de estas personas. No prestarles atención es desperdiciar una parte importante de nuestro pasado, de nuestra historia y de conocimiento.
Simplemente debemos respetarles y escucharles, interesarnos por ellos y que se sientan importantes, pues realmente lo son.
Si pensamos que son personas que no tienen ya nada que decir estamos realmente equivocados. No se trata de ocultar las arrugas sino de interesarnos por lo que hay detrás de ellas.

martes, 3 de abril de 2012

VOLAR MÁS ALTO

EL ELEFANTE ENCADENADO

MEMORIA Y EMOCIÓN


No puedo, no puedo y nunca podré.
Estas palabras, a menudo, son escuchadas y dichas por diferentes personas a lo largo de la vida.
Las emociones que tienen un componente negativo hacen que pesen demasiado sobre nosotros. Recordar una situación en la que el fracaso fue el protagonista de la escena hace que revivamos esa misma acción y que recordemos como nos sentíamos, impotentes, incapaces.
Con frecuencia, esas emociones y recuerdos negativos que un día no nos dejaron continuar inundan nuestro ser,  cayendo desplomados sin ver más allá, olvidando logros y potencialidades que nos obstaculiza avanzar.
Para poder andar en el camino de la vida y llegar hasta el éxito es necesario antes fracasar para aprender de nuestros errores, pues el caerse no nos hace retroceder sino buscar otras herramientas y otras alternativas que nos posibiliten llegar a nuestra meta.
El ser humano teme a lo desconocido, ante el cambio, pues lanzarse a vivir es arriesgado, nos asusta, pero por mucho que nos asuste el ser humano tiene que aspirar a más, no se debe conformar con lo que tiene porque piensa que no puede lograr un cambio, o porque simplemente una vez no fue capaz,  sino que a pesar de no tener una red de seguridad que nos recoja cada vez que caigamos es necesario “volar” cada vez más alto sin miedo a intentarlo. Ser conformistas y estancarnos no nos hace crecer como persona.

Puedo y siempre podré